- La famosa Ley Bitcoin de El Salvador se vuelve contraproducente a corto plazo, alejando a los inversionistas extranjeros.
- Tres de cada cuatro salvadoreños se encuentran en contra de la Ley Bitcoin, incluso se organizaron muchas protestas para que se anule la ley.
La Ley Bitcoin de El Salvador no está dando los resultados que se esperaban, aumentando el riesgo del país y alejando las inversiones extrajeras. Las consecuencias de la aprobación de la ley que declara Bitcoin como moneda de curso legal en el país, está siendo más negativa que positiva.
La situación no parece ser muy prometedora que digamos. El calificador de riesgo Moodys bajo más el rating del país bajo el mando de Nayib Bukele; dándole una puntación de Caa1 después de haber “disfrutado” de una calificación B3.
La calificación de riesgo Caa1 se la considera como una inversión de “riesgo sustancial” y es muy parecida a una puntuación CCC+ otorgada por S&P o Fitch.
¿A qué se debe la calificación de Moody’s?
El motivo detrás de la degradación a Caa1 se debe a que “La posición fiscal es muy vulnerable y susceptible a shocks de financiamiento que pueden poner en grave peligro su capacidad de pago”.
Entre las varias razones de esta caída de confianza al país, se citan las políticas autoritarias del régimen de Bukele y en gran medida la aprobación de la ley Bitcoin; algo que Moody’s considera un signo inconfundible del debilitamiento de gobernanza en el país.
“De una manera, polémica, la Asamblea Legislativa aprobó la primera ley del mundo que convierte a BTC en una moneda de curso legal en El Salvador, de esta manera se posiciona al mismo nivel que el dólar estadounidense para liquidar transacciones”, se puede ver en el informe de Moody’s, según el calificador, estas medidas reflejan un claro debilitamiento de la gobernanza en El Salvador. Esto no hace otra cosa que aumentar las tensiones con socios internacionales y ponen en peligro un acuerdo con el FMI.
Las inversiones extranjeras que no llegan
Evidentemente la aprobación de la ley Bitcoin, genero una gran cantidad de optimismo a los entusiastas de las criptomonedas alrededor del mundo. Bukele aseguro que la ley es una herramienta para poder atraer a inversionistas extranjeros e impulsar el crecimiento económico de El Salvador.
Fueron varios emprendimientos relacionados con las criptomonedas que se sumaron para promover la industria en la región. El que más ruido hizo fue Strike; quien tuvo un papel protagónico en el desarrollo de la cartera “Chivo” que se terminó transformando en la billetera oficial del gobierno.
Sin embargo, Strike no tiene los permisos necesarios para operar como un servicio de transmisión de dinero, a pesar de que el uso de Bitcoin es considerado positivo para el envío de remesas de manera eficiente y económica.
Pero la aprobación del proyecto tuvo efectos considerablemente negativos. Si vamos al caso, 3 de cada 4 salvadoreños rechazada la ley, incluso se iniciaron protestas exigiendo la anulación de dicha ley. Muchos organismos internacionales se han negado a cooperar y apoyar a Bukele.
Siguiendo esta misma línea, los grandes fondos de inversión, organismos internacionales y otros actores involucrados en el sistema financiero mundial, toman en cuenta las calificaciones para decidir en qué países invertir y que industrias estimular. Cuando se invierten en países de alto riesgo, el riesgo de la inversión de un financista o inversor aumenta de forma considerable; esto influirá en su percepción de generar ganancias.
Un nivel alto de riesgo baja las oportunidades de concesión de créditos o puede aumentar las restricciones y condiciones aplicadas para la concesión de nuevos financiamientos.
Por lo menos en corto plazo, parece que las decisiones de Bukele no han sido demasiado positivas, incluso se podría decir que son contraproducentes. A pesar del entusiasmo de los bitcoiners, la situación parece que no va a mejorar, todo lo contrario.